El estado de Arizona se está preparando para matar a los condenados a muerte utilizando cianuro de hidrógeno, el mismo gas letal que se utilizó en Auschwitz.
Reportes revelan que el departamento penitenciario de Arizona ha gastado más de 2,000 dólares en la adquisición de los ingredientes para fabricar el gas cianuro. El departamento compró un ladrillo sólido de cianuro de potasio en diciembre por 1,530 dólares.
También compró pastillas de hidróxido de sodio y ácido sulfúrico que se utilizarán para generar el gas mortal. La propia cámara de gas, construida en 1949 y en desuso durante 22 años, ha sido desempolvada y, según el departamento, “reformada”.
En los últimos meses, el estado, controlado por los republicanos, se ha movilizado de forma agresiva para reiniciar su sistema de ejecuciones, profundamente defectuoso. La pena de muerte ha estado en suspenso en Arizona durante siete años después de la inyección letal de Joseph Wood en 2014.
Cabe recordar que el mes pasado se reveló que Arizona gastó la friolera de 1.5 millones de dólares en un lote de pentobarbital, un sedante que ahora espera utilizar como su principal método de inyección letal.