Cansados de estar encerrados, deseosos de aprovechar los bajos tipos de interés y cada vez más dispuestos a trasladarse a dos o más horas del núcleo urbano, los compradores han impulsado la construcción de nuevas viviendas a su nivel más alto desde 2006. Los constructores de viviendas se arriesgan ahora a perder negocios porque no pueden suministrar suficiente inventario.

En California, algunos residentes se han trasladado fuera de las grandes ciudades en busca de más espacio y precios más bajos, lo que ha creado puntos calientes en los suburbios.