Angela Linker perdió su trabajo de baja remuneración al comienzo de la pandemia, dependía de las prestaciones de desempleo mientras cuidaba de su hija y su nieto y ahora está reconsiderando sus opciones laborales.
Después de ocho años en un trabajo que no le permitía costear el cuidado de sus hijos sin la ayuda del gobierno, esta mujer de Fort Wayne, Indiana, está lista para algo mejor.
Muchos trabajadores, como Linker, se vieron obligados a quedarse al margen durante la pandemia y están reconsiderando qué tipo de trabajo quieren hacer, lo que podría provocar una escasez de trabajadores temporales en los empleos de baja remuneración en todo Indiana y el país.
Linker, de 45 años, esperaba que los beneficios federales mejorados duraran hasta septiembre, cuando sus hijos regresen a la escuela. Pero el gobernador de Indiana, Eric Holcomb, siguió el ejemplo de otros estados liderados por los republicanos y anunció esta semana que Indiana dejará de participar en el programa federal de desempleo el 19 de junio, una medida que pretende cubrir puestos de trabajo en todo Indiana.