Durante su primer viaje al extranjero como vicepresidenta, Kamala Harris dijo que Estados Unidos reforzaría las investigaciones sobre la corrupción y el tráfico de personas en Guatemala, al tiempo que lanzó un mensaje claro y contundente a los migrantes indocumentados que esperan llegar a Estados Unidos: “No vengan”.
La Sra. Harris hizo esta advertencia durante un viaje que constituyó una prueba temprana pero fundamental para una vicepresidenta a la que se le ha encomendado el complejo reto de romper el ciclo de la migración desde Centroamérica invirtiendo en una región plagada de corrupción, violencia y pobreza.
Mientras que el presidente Biden hizo campaña sobre la eliminación de algunas de las restricciones fronterizas de la administración Trump, permitiendo a los migrantes solicitar asilo en la frontera de Estados Unidos, la Sra. Harris amplió la postura actual de la Casa Blanca de que la mayoría de los que cruzan la frontera serían rechazados y en su lugar tendrían que encontrar vías legales o de protección más cerca de sus países de origen.