El gobierno de Biden, previendo la posibilidad de que los estadounidenses necesiten dosis de refuerzo de la vacuna contra el coronavirus, ha acordado comprar 200 millones de dosis adicionales a la empresa farmacéutica Moderna, con la opción de incluir las desarrolladas para combatir las variantes, así como las dosis pediátricas.
La compra, cuya entrega se espera que comience este otoño y se prolongue hasta el próximo año, da a la administración la flexibilidad de administrar vacunas de refuerzo si resultan necesarias, y de inocular a niños menores de 12 años si la Administración de Alimentos y Medicamentos autoriza la vacunación para ese grupo de edad, según dos funcionarios de la administración.
Los expertos aún no saben si las vacunas de refuerzo podrían ser necesarias, ni cuándo. La aparición de variantes en los últimos meses ha acelerado la investigación sobre los refuerzos, y las vacunas actuales se consideran eficaces contra varias variantes, incluida la variante Alpha que se identificó por primera vez en Gran Bretaña y que se convirtió en la dominante en Estados Unidos.