Algunas personas en Singapur empezaron a recibir el viernes la vacuna Covid, fabricada por la empresa china Sinovac, en clínicas privadas, incluso cuando uno de los principales funcionarios sanitarios de la ciudad-estado puso en duda su eficacia.
Singapur permitió que 24 clínicas privadas administraran la vacuna después de que la Organización Mundial de la Salud la autorizara para su uso de emergencia a principios de este mes. Pero aunque la demanda inicial de la vacuna parecía ser fuerte, el gobierno de Singapur se ha abstenido hasta ahora de añadirla al programa nacional de vacunación.
Una de las razones por las que los habitantes de Singapur y de otros países optan por vacunarse con el Sinovac incluso cuando existen vacunas más eficaces es que proceden de China continental o tienen previsto viajar a ese país. Los medios de comunicación estatales chinos han llevado a cabo una campaña de desinformación que cuestiona la seguridad de las vacunas fabricadas en Estados Unidos, y Pekín ha dicho que los extranjeros que se vacunen en China tendrán más facilidad para entrar en el país.