El presidente filipino, Rodrigo Duterte, ha amenazado con arrestar a todo aquel que se niegue a vacunarse contra el coronavirus, mientras el país se enfrenta tanto a las dudas sobre las vacunas como a la falta de suministros.
“Ordenaré su detención”, dijo Duterte a última hora. “Para proteger al pueblo, tengo que secuestrarlos en la cárcel. Ahora elijan: vacúnense o los encerraré en una celda”.
“Si no quieres vacunarte, haré que te arresten y que te inyecten la vacuna en las nalgas”, dijo, utilizando un término vulgar.
También expresó su impaciencia ante cualquier tipo de sentimiento antivacunas, sugiriendo que si la gente se sentía así, debería marcharse.