¿Se puede contraer una enfermedad después de haber sido vacunados?

¿Por qué algunas vacunas se elaboran con patógenos muertos y otras, patógenos muertos?

Las vacunas producidas con versiones muertas de los patógenos (o sólo una parte del patógeno) no pueden provocar la enfermedad. Después de que una persona recibe este tipo de vacuna no es posible que contraiga esa enfermedad.

Por otro lado, en teoría las vacunas vivas atenuadas (debilitadas) pueden provocar la enfermedad, porque es posible que se repliquen (aunque no bien) o que muten, dando como resultado una forma virulenta del patógeno. Pero, estas vacunas están diseñadas teniendo esto en cuenta y por eso se atenúan para minimizar la posibilidad de enfermarse.

La reversión a una forma virulenta es un problema en algunas formas de la vacuna oral contra la polio, razón por la cual en Estados Unidos sólo se usa la forma inactiva.

Es importante saber que las vacunas atenuadas pueden causar graves problemas en personas con sistemas inmunológicos débiles, por ejemplo, en los enfermos de cáncer. Este tipo de personas, deben recibir la forma muerta de la vacuna, si está disponible y si no lo está, los médicos podrían recomendarles que no se vacunen. Así, estos pacientes dependen de la inmunidad colectiva para protegerse de la enfermedad.

Respecto al tema de por qué algunas vacunas contienen patógenos vivos y otras, patógenos muertos, se puede decir que las razones varían según la enfermedad.

Por lo general, las vacunas vivas atenuadas proveen una inmunidad más larga que las vacunas muertas y que éstas últimas requieren refuerzos para mantener la inmunidad. Pero, las vacunas muertas tienden a ser más estables para fines de almacenamiento y no pueden provocar la enfermedad.

Los médicos deben de tener en cuenta las ventajas y desventajas de los diferentes tipos de vacunas para decidir el criterio que se empleará contra una enfermedad en particular.