Aunque pierdas el control, no eres la peor mamá

Aunque pierdas el control, no eres la peor mamá

Todas las madres en algún momento de la vida han perdido el control, se han enojado y gritado a su hijo.

Es una reacción normal enojarse en circunstancias que exceden el control. Pero, algunos padres lo hacen gritando y golpeando a su hijo; esto funciona la mayoría de las veces, el niño cambia su comportamiento, pero lo hace por temor y no por la auto-regulación.

Pero, si reconoces que tu reacción no fue la apropiada y aprendes a restablecer la relación, juntos podrán a encontrar una solución.

Cómo reconciliarse:

• Separa el hecho sucedido del sentimiento que lo causó.

• Tranquilízate y dile a tu hijo que ya estás más tranquila y está lista para hablar del problema.

• Te darás cuenta que tu hijo está listo para hablar cuando pueda establecer contacto visual y acercarse.

• Explícale que te molestó y por qué, asegurándote que lo entienda.

• Encuentren entre los dos, alternativas para evitar que se repita la situación.

• Vuelve a tener contacto físico con tu hijo, abrázalo y dile que lo amas.

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