La ciencia de ser mamá

La ciencia de ser mamá

Una de las experiencias que más alteran el curso de tu vida es el hecho de convertirte en madre. Y esto se da no solo en el campo emocional sino también en el físico.

Tu cuerpo y tu cerebro cambian para permitir llevar a cabo todo lo que implica la maternidad: desde que sabes que estás embarazada, luego llega el momento del parto, la lactancia, las noches en vela y todo lo que implica ser la madre de un bebé.

Las madres son el ejemplo perfecto de la capacidad de conectarse con cientos de miles de años de evolución y adaptación al medio.

Así funciona el cerebro de una madre:

CEREBRO EMBARAZADO

Según los neurólogos, el embarazo es un proceso de desarrollo cerebral similar al que se da en la adolescencia, ya que hay un incremento importante de hormonas que crean nuevas conexiones neuronales que servirán para el resto de la vida.

GENÉTICA Y EVOLUCIÓN

De acuerdo con un estudio realizado en 2012, se observó que DNA de los hijos se conserva por muchos años en el cuerpo de la madre y puede llegar hasta el cerebro. Este proceso recibe el nombre de microquimerismo y se da en el intercambio de células a través de la placenta.

TAMAÑO DEL CEREBRO

La Universidad de Yale realizó un estudio en 2010 y midió el tamaño del cerebro de 19 mujeres antes y después de tener un bebé. En el 100% de los casos, la materia gris de las mujeres era un poco más grande.

Las madres más amorosas con sus bebés tenían la masa cerebral aumentada y en los padres, aumentaba las funciones cerebrales que tienen que ver con la motricidad fina, emociones, razonamiento y percepción sensorial, además de los mecanismos de recompensa.

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