Casi todas las muertes por COVID-19 ocurridas en los últimos meses en el condado de Los Ángeles se han producido entre residentes no vacunados, el mismo grupo que corre más riesgo de infectarse con una nueva variante del coronavirus más contagiosa que circula por el condado, según informaron las autoridades.

“Se trata de una pandemia de personas no vacunadas”, dijo la directora de salud del condado de Los Ángeles, Barbara Ferrer, durante una reunión informativa.

Entre el 7 de diciembre y el 7 de junio, el 98,7% de los hospitalizados por COVID-19 no estaban vacunados y el 99,8% de las personas que murieron tampoco lo estaban, según la directora de salud.

Las advertencias se producen mientras el condado registra “aumentos muy pequeños” en los casos de coronavirus, las hospitalizaciones y las tasas de positividad de las pruebas diarias tras un largo periodo de descensos en las cifras, según Ferrer, que añadió que no le preocupa que se produzca otro aumento, a pesar del pequeño repunte.

Con la ralentización de las vacunaciones y la aparición de grupos de la variante Delta en el condado, la directora de salud insta a los residentes a seguir tomando precauciones, especialmente si no están vacunados.

El condado de Los Ángeles ha registrado 123 casos de esta variante. De ellos, el 89% fueron entre personas no vacunadas, y el resto entre residentes parcialmente vacunados o personas que han recibido ambas vacunas, según los datos del Departamento de Salud Pública del Condado de Los Ángeles.