Las tres vacunas COVID-19 que se utilizan en Estados Unidos pueden provocar efectos secundarios a corto plazo en algunas personas, como dolor en el lugar de la inyección, fatiga, dolor de cabeza, dolor muscular y articular.

Estos efectos son una señal de que el sistema inmunitario se pone en marcha y no son malos, pero no significan que las vacunas no sean seguras.

En el caso de Pfizer-BioNTech y Moderna, más de la mitad de las personas que las reciben tienen escalofríos y fiebre unos días después. Si no se ha recibido la COVID-19, la reacción tiende a ser más fuerte después de la segunda dosis.

“Si has tenido COVID antes, enfermarás más con la primera dosis y menos con la segunda”, dijo un portavoz.

Estas diferencias podrían ser importantes para algunas personas. Por ejemplo, los más jóvenes tienden a tener mayores efectos secundarios porque su sistema inmunitario es más fuerte.

Una persona más joven o alguien para quien tomar un día de trabajo es difícil, podría preferir la vacuna de J&J, dijo.

Para las personas a las que no les entusiasma la idea de las vacunas en general, J&J podría ser preferible porque se trata de una sola inyección.