El representante del estado de Washington, Jim Walsh, ha denunciado la “segregación de las vacunas” y ha comparado la lotería de su estado que fomenta la inmunización contra el coronavirus con “Los Juegos del Hambre”.
Para algunos de los que siguen la pista a la retórica extremista, era parte de una escalada alarmante: el último ejemplo de cómo se ha extendido la comparación de las políticas generales y las medidas de salud pública con las atrocidades nazis, impulsada no sólo por grupos marginales, sino por funcionarios electos.
Estas analogías invariablemente causan daño y provocan reacciones, a veces provocando disculpas. Walsh dio marcha atrás el miércoles, calificando su afirmación de “inapropiada y ofensiva”. Pero las comparaciones persisten.