Esta es la historia de una madre fotógrafa que tiene un hijo varón y éste le pidió que el tema de su próximo cumpleaños fuera de princesas:
Con mucha emoción ella empieza a planear la fiesta de cumpleaños de su hijo con bastante anticipación. En años anteriores los temas fueron Harry Potter y Cars. Cuando su hijo le dijo que quería la fiesta de princesas, su padre dijo que se disfrazaría de Ariel y ella de Ana (personajes de películas infantiles). También sus tíos se disfrazarían de Blanca Nieves y Bella.
Sin embargo, cuando su hijo comentó a sus compañeritos de clase que su fiesta iba a ser de princesas, ellos dijeron que no asistirían porque eso era de “niñas”. Su hijo, en lugar de desmotivarse, les respondió con el mismo entusiasmo de antes que entonces invitaría a las niñas.
Esta madre y su esposo han decidido criar a su hijo con el concepto de que el mundo es de todos y para todos, e invitan a los demás padres a empezar a eliminar los prejuicios que cargamos todos y que dejen de reforzar los estereotipos. Sugieren que se puede empezar, dejando de ponerle género a los colores, a los juguetes y a los deportes.
Esta madre propone a los demás padres permitir que sus hijos exploren y desarrollen de manera natural la empatía y la igualdad.
Además, pide que permitan que la imaginación de sus hijos vuele sin restricciones y que jueguen e interpreten el papel que se les antoje en el momento, por ejemplo, un día se visten de pirata y al día siguiente de princesa, sin criticar ni pensar prejuiciosamente.