Los certificados digitales de Covid-19, destinados a facilitar la libre circulación en la Unión Europea, entraron en vigor el jueves en todo el bloque, un hito muy esperado por los países que esperan impulsar sus debilitados sectores turísticos, pero también un punto de fricción por el número de vacunas que no cumplen los requisitos.
La libre circulación es un pilar fundamental de la integración europea, y los funcionarios de la U.E. dijeron el mes pasado que los certificados “volverán a permitir a los ciudadanos disfrutar de este derecho tan tangible y apreciado de la U.E.”.
Hasta ahora, la Unión Europea incluye cuatro vacunas que cumplen los requisitos para obtener el certificado, todas ellas autorizadas para su uso en todo el bloque. Se trata de las vacunas fabricadas por Pfizer-BioNTech, Moderna, Johnson & Johnson y AstraZeneca.
Eso deja fuera una vacuna que el mecanismo internacional Covax ha distribuido en toda África: Covishield, una versión de la vacuna de AstraZeneca que se fabrica en la India. Sin embargo, está aceptada en un puñado de países miembros de la UE.