La Encuesta del Pulso en los Hogares de la Oficina del Censo ha medido la escasez de alimentos a lo largo de la pandemia. Lo que se desprende de esos datos es una imagen más completa de quiénes pasan hambre en los Estados Unidos. Y aunque la pandemia de coronavirus no ha creado un problema de hambre a nivel nacional, si lo ha incrementado.
En diciembre de 2020, el 13.7% de los adultos vivían en hogares con escasez de alimentos. La tasa nacional cayó a un mínimo del 8% en abril de este año, pero ahora se sitúa en el 9.7%. En comparación, la inseguridad alimentaria llegó a ser del 15% durante la Gran Recesión.