Todas las madres hemos pensado alguna vez en la vida que somos malas madres, ya sea por razones como no ser los suficientemente paciente, cariñosa o amable con nuestro hijo.
¿Qué es ser una buena madre?
Cada mujer puede tener su propio concepto, y generalmente depende del comportamiento de su propia mamá; miramos que nos gustó de ellas y queremos repetirlo con nuestro hijo o qué no nos gustó para evitarlo.
Además, todos los días las revistas, libros y blogs nos inundan con consejos sobre educación, crianza, alimentación, etc.
Al informarnos sobre esto, podemos creer que no somos la madre ideal. Y, si perdemos la paciencia con nuestro hijo y le gritamos o lo castigamos, el sentimiento negativo llega a nosotras.
¿Y, si eres una mala madre?
Es decir, en lugar de ver lo que no tienes como madre, reconoces lo que si eres, por ejemplo:
- Eres cariñosa
- Amas incondicionalmente a tu hijo
- Eres un poco paciente
- Juegas con tu hijo
- Compartes tiempo de calidad con él.
Si quieres mejorar como madre, puedes hacer el siguiente ejercicio:
En una hoja, haz 3 columnas:
- La columna 1 es para los aspectos que te criticas como madre.
- La columna 2, es para el deseo que hay detrás de la crítica
- La columna 3, es para lo que puedes hacer para que se vuelva realidad lo que deseas como mamá.
Realiza este ejercicio y date permiso de equivocarte. Las expectativas de ser una madre perfecta están en tu mente y solo tú puedes cambiarlas. Si logras hacerlo, la relación con tu hijo mejorará y serás más feliz.