Una familia californiana que perdió a un chico de 15 años cuando un Tesla chocó con su camioneta ha demandado a la compañía, alegando que su sistema Autopilot fue en parte responsable.

Benjamín Maldonado y su hijo adolescente regresaban de un torneo de fútbol en una autopista de California en agosto de 2019 cuando un camión delante de ellos redujo la velocidad. El señor Maldonado pulsó su intermitente y se movió a la derecha. En cuestión de segundos, su camioneta Ford Explorer fue golpeada por un Tesla Model 3 que viajaba a unos 100 kilómetros por hora en Autopilot.

Un vídeo de seis segundos capturado por el Tesla y los datos que grabó muestran que ni el Autopilot -el tan cacareado sistema de Tesla que puede dirigir, frenar y acelerar un coche por sí mismo- ni el conductor frenaron el vehículo hasta una fracción de segundo antes del choque. Jovani, de 15 años, que iba en el asiento del copiloto y no llevaba puesto el cinturón de seguridad, salió despedido del Ford y murió, según un informe policial.

El accidente, que tuvo lugar a seis kilómetros de la principal fábrica de automóviles de Tesla, es ahora objeto de una demanda contra la empresa. Se trata de uno de los crecientes choques en los que está involucrado Autopilot, que han alimentado la preocupación por las deficiencias de la tecnología, y que podrían poner en duda el desarrollo de sistemas similares utilizados por los fabricantes de automóviles rivales. Y a medida que los coches asumen más tareas que antes realizaban los humanos, el desarrollo de estos sistemas podría tener importantes ramificaciones, no solo para los conductores de esos coches, sino para otros automovilistas, peatones y ciclistas.