Casi 24 horas después del asesinato del presidente de Haití, Jovenel Moïse, en el dormitorio de su casa, se produjeron disparos en la capital, Puerto Príncipe, a última hora del miércoles, cuando las fuerzas de seguridad se engancharon en un caótico tiroteo con un grupo que describieron como presuntos asaltantes, matando a cuatro y deteniendo a dos.
El primer ministro interino, Claude Joseph, declaró que el país estaba en “estado de sitio” y que las autoridades seguían persiguiendo a los “mercenarios” que perpetraron el ataque.