Uno de cada cinco estadounidenses utiliza un dispositivo de seguimiento de su actividad física, muchos de los cuales recogen datos sobre la frecuencia cardíaca, la temperatura corporal y el sueño, entre otros. A lo largo de la pandemia, los investigadores se han fijado en dispositivos como Fitbits o Apple Watches para entender el Covid-19.
Al principio, los científicos estudiaron si los dispositivos podían detectar los primeros síntomas o predecir el diagnóstico. Ahora, los investigadores han utilizado los datos para examinar la recuperación y los efectos a largo plazo de la enfermedad.
En un nuevo artículo, los investigadores que estudiaron los datos de Fitbit informaron de que las personas que se recuperaban de Covid-19 mostraban cambios conductuales y fisiológicos que duraban más que los de otras enfermedades respiratorias.
Ambos grupos durmieron más y caminaron menos después de enfermar, y su frecuencia cardíaca en reposo aumentó. Pero estos cambios fueron significativamente más pronunciados en las personas con Covid-19.
Los científicos también descubrieron que, unos nueve días después de que los participantes con Covid empezaran a presentar síntomas, su frecuencia cardíaca disminuyó. Después de este descenso, que no se observó en las personas con otras enfermedades, sus frecuencias cardíacas volvieron a aumentar y se mantuvieron elevadas durante meses.
Las frecuencias cardíacas en reposo de estos participantes tardaron una media de 79 días en volver a la normalidad, mientras que los que padecían otras enfermedades respiratorias sólo tardaron cuatro.