Cuba tiene la mayor tasa de contagio per cápita de toda América Latina y más que cualquier otro país del continente americano por su tamaño.

El país, con una población de 11 millones de habitantes, registró la semana pasada cerca de 4,000 casos confirmados por millón de residentes, nueve veces más que la media mundial, informó Reuters.

Esto se produce en un momento en el que el sistema de salud del país se ha visto sometido a una gran presión y a una explosión de protestas en la isla, gobernada por los comunistas.

Los medios de comunicación estatales han difundido imágenes de pacientes en camas en los pasillos y de médicos que informan de la escasez de suministros vitales, como oxígeno, ventiladores y medicamentos.

El historiador cubano-estadounidense Daniel Rodríguez, autor de un libro sobre la política médica en la Habana posterior a la independencia, dijo: “El gobierno ha defendido sistemáticamente que uno de los principales logros de la revolución es su sector médico de categoría mundial”.

Y añadió: “Cuando la pandemia comenzó a descontrolarse hace un par de semanas, parecía que el gobierno revolucionario ya no era capaz de proteger las vidas de los cubanos, y el resultado fue un extraordinario repudio a la propia revolución”.