La decisión de no solicitar la pena de muerte en casos federales en todo el país ha aumentado las esperanzas de los abogados defensores de que la administración pueda poner fin a esta práctica.

Un hombre fue acusado en Orlando, Florida, de secuestrar y disparar mortalmente a su esposa separada. Otro hombre fue acusado en Siracusa, Nueva York, por el robo a mano armada de un restaurante y el asesinato de dos empleados. Y un tercer hombre fue acusado en Anchorage de disparar mortalmente a dos personas durante un allanamiento de morada.

Esos y otros cuatro procesados en tribunales federales de todo el país tenían un tema común: estaban entre los casos en los que el Departamento de Justicia bajo el presidente Donald J. Trump ordenó a los fiscales federales que buscaran la pena de muerte si ganaban condenas.

Pero ahora, bajo una nueva administración presidencial, el Departamento de Justicia ha pasado a retirar las solicitudes de pena capital en cada uno de los siete casos.

La decisión de no solicitar la pena de muerte en estos casos se produce en el marco del amplio replanteamiento de la pena capital por parte de la administración Biden, y podría ser una señal de que se va a poner fin a esta práctica a nivel federal.