La recuperación de la aviación está ganando impulso.
La bonanza de los viajes en verano está superando las expectativas, ayudando a las aerolíneas a obtener beneficios de nuevo y a mejorar las perspectivas para el resto del año. Es un alivio para un sector maltrecho y una señal de que la recuperación iniciada esta primavera parece haber llegado para quedarse.
El repunte económico, la agresiva reducción de costes y un enorme estímulo federal con el que se pagaron muchos sueldos han contribuido a mejorar las finanzas de las mayores compañías aéreas, que asumieron enormes deudas y perdieron miles de millones de dólares durante la pandemia.
Este mes, el gasto de los consumidores en aerolíneas superó brevemente los niveles de 2019 por primera vez desde que comenzó la pandemia, según Facteus, una empresa de investigación que supervisa millones de pagos en línea. Los precios de los billetes también han repuntado: En junio, las tarifas bajaron solo un 1% con respecto al mismo mes de 2019, según el Índice de Economía Digital de Adobe, que se basa igualmente en las visitas y transacciones en sitios web.
Y el domingo, la Administración de Seguridad del Transporte revisó a más de 2.2 millones de viajeros en sus puestos de control de los aeropuertos, la mayor cantidad en un día desde el inicio de la pandemia.