El color rojo se asocia con diferentes emociones, algunas veces contradictorias. Por ejemplo, puede hacernos pensar en el amor y la pasión, pero también puede representar ira, poder y dominio.

Una mujer vestida de rojo puede llamar poderosamente la atención, y un charco de sangre despierta emociones muy negativas como agresión y terror.

Esta percepción está ligada a factores biológicos:

La retina, que es el órgano encargado de procesar los colores, evolucionó a través de miles de años para absorber mejor el color rojo.

Al tener una mejor percepción del color rojo, los homínidos, que son nuestros ancestros primitivos y se alimentaban de los frutos de los árboles, podían distinguir las frutas maduras (más rojas) de las que aún no lo estaban. Esto era fundamental para lograr alimentarse bien.

ROJO Y PELIGRO

En la naturaleza, algunos animales con aspecto rojizo, suelen ser peligrosos por su veneno. Por ejemplo, la coral de Sonora (occidente de Norteamérica).

El cuerpo humano también expresa emociones con el color rojo. Por ejemplo, una persona se pone de color rojo cuando está experimentando mucha ira; esto se debe al aumento de la presión sanguínea.

Y la ira es una emoción que se asocia con la violencia y el peligro.