Algunos destacados demócratas creen que el candidato de su partido a la alcaldía de Nueva York ofrece un modelo de cómo abordar las cuestiones de seguridad pública.

Cuando Eric Adams ganó las primarias demócratas para la alcaldía de Nueva York, sus partidarios en el Congreso fueron bombardeados con preguntas sobre él por parte de colegas que representaban distritos de Michigan y Florida, Chicago y Los Ángeles.

Cuando un grupo nacional de demócratas irlandeses-americanos se reunió recientemente en Manhattan para brindar por la victoria del presidente Biden, el Sr. Adams también estuvo allí, pregonando su admiración por los antiguos compañeros de trabajo irlandeses-americanos del Departamento de Policía.

En una semana, Adams se reunió con Biden en la Casa Blanca y con la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, en el Capitolio. Se reunió con el gobernador Andrew M. Cuomo para hablar de la lucha contra la violencia armada. Y se reunió con la senadora Kirsten Gillibrand a las puertas del Brooklyn Borough Hall para respaldar su propuesta de legislación federal sobre el tráfico de armas.

El Sr. Adams, presidente del distrito de Brooklyn, es el candidato de su partido a la alcaldía desde hace menos de tres semanas. Pero ya, muchos demócratas nacionales parecen ansiosos por encumbrar al antiguo capitán de la policía de Nueva York, mientras la violencia de las armas de fuego destroza partes de las principales ciudades estadounidenses y los republicanos tratan de caricaturizar a sus oponentes como ingenuos ante la delincuencia.