Cuando se dice que la variante delta es “más transmisible”, se refiere esencialmente a que es más contagiosa.
Las primeras investigaciones sugieren que la variante delta, que ahora es la cepa de coronavirus dominante en Estados Unidos, es aproximadamente un 50% más contagiosa que la variante alfa, que se identificó por primera vez en el Reino Unido y pasó a ser predominante en Estados Unidos en la primavera. La variante alfa ya era un 50% más contagiosa que la cepa original identificada por primera vez en Wuhan China, en 2019.
Los modelos muestran que la variante delta ahora representa el 83.2 por ciento de todas las nuevas infecciones en este país, según los datos más recientes de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades.
No hay suficientes datos para decir con certeza por qué la variante delta es más transmisible, pero una posible explicación podría ser que un individuo infectado con la variante produce más del virus – o tiene una carga viral más alta – y por lo tanto, también puede arrojar más de él, aumentando las probabilidades de que alguien más se exponga a él.