El estudio más completo realizado hasta la fecha sobre la respuesta federal a la pandemia muestra beneficios enormes pero temporales para los pobres, y ayuda a enmarcar un debate más amplio sobre el papel del gobierno.

El enorme aumento de la ayuda gubernamental provocado por la pandemia de coronavirus reducirá la pobreza casi a la mitad este año con respecto a los niveles anteriores a la pandemia y hará que el porcentaje de estadounidenses en situación de pobreza alcance el nivel más bajo jamás registrado, según el análisis más exhaustivo realizado hasta la fecha sobre la amplia pero temporal expansión de la red de seguridad.

Se espera que el número de estadounidenses pobres se reduzca en casi 20 millones con respecto a los niveles de 2018, un descenso de casi el 45%. El país nunca ha recortado tanto la pobreza en un periodo de tiempo tan corto, y la evolución es especialmente notable ya que desafía los vientos en contra de la economía ya que ahora se tienen casi siete millones de empleos menos que antes de la pandemia.

La extraordinaria reducción de la pobreza ha tenido un coste extraordinario, ya que se prevé que el gasto anual en los principales programas se cuadruplique hasta superar el billón de dólares. Sin embargo, si no se adoptan nuevas y costosas medidas, la salida de la pobreza puede ser breve para millones de familias. Los tres programas que más redujeron la pobreza -los cheques de estímulo, el aumento de los cupones de alimentos y la ampliación del seguro de desempleo- han terminado o está previsto que vuelvan pronto a su tamaño anterior a la pandemia.