Como padres sabemos que tenemos la responsabilidad de darles la mejor educación y crianza a nuestro hijo y deseamos irnos de este mundo antes que ellos.
Así que, además de amar y educar a nuestro hijo, también tenemos la obligación de que ellos puedan estar sin nosotros. Es importante tomar conciencia del tema de la muerte, pues, nadie es eterno, porque la vida puede cambiar de un momento a otro y ninguna persona está exenta de la muerte.
Alguna vez debemos empezar a hablarle a nuestro hijo de la muerte y como tratemos el tema depende de la edad, la situación y el estilo de vida de cada familia. Lo importante es hablar del tema de la muerte como algo posible y nunca como una tragedia; no como una premonición sino como algo real.
Así que hay que estar preparada si llega un día y tu hijo te pregunta ¿Te vas a morir?
Y aunque lo ideal sería poderle decir “No, no me voy a morir nunca”, eso no es verdad. Aquí te damos algunos consejos para responder a tu hijo:
• No me voy a morir ya ni ahora. Estoy bien y no debes preocuparte por eso. Y, si me muero, tienes a tu papá que nunca te va a dejar con nadie y también te ama.
• Nadie puede elegir cómo ni cuándo se muere, pero si llegara a ocurrir, tienes a tu papá, a tus tíos, tus abuelos, etc.
• Los padres tienen un amor y conexión única con sus hijos, y aunque me muera y no puedas verme ni oírme, yo voy a estar contigo porque soy parte de tu ser y el amor nunca muere.