El resurgimiento del coronavirus ha vuelto a agobiar a los hospitales de todo el país, con una avalancha de pacientes alimentada por la virulenta variante Delta del virus que ha cogido a los médicos desprevenidos. Florida ha registrado la media diaria de hospitalizaciones más alta del país, 36 por cada 100,000 personas en las últimas dos semanas. En Jacksonville, los hospitales tienen más pacientes con Covid que nunca, a pesar de la disponibilidad de vacunas.

Trabajadores de la salud como Alix Zacharski, enfermera jefe del Jackson Memorial Hospital de Miami, dicen que se sienten incrédulos por tener que soportar otra oleada. Ella sigue cansada de la anterior. Y no le cabe en la cabeza tener que tratar a pacientes de la misma edad que sus hijos adultos que están jadeando por una infección evitable.

El año pasado, Zacharski temía lo desconocido. Ahora está armada con los conocimientos adquiridos en los últimos 14 meses, y vacunada, como reza una pegatina en su placa del hospital. Pero el virus sigue adentrándose en territorio desconocido.

“Tenemos miedo de ver lo que vimos, y que esta vez afecte a la población más joven”, dijo. “Esto es lo más difícil que he hecho en toda mi carrera”.

Jackson, el mayor hospital público de Florida, tenía el viernes 232 pacientes de Covid-19, todavía la mitad de los 485 que tenía el 27 de julio de 2020, su pico de pandemia. Pero un fuerte aumento de las hospitalizaciones recientes hizo que los administradores limitaran las visitas y advirtieran que pronto podrían ser necesarias medidas más estrictas.