En todo el estado de Texas, cerca del 90% de las camas de las unidades de cuidados intensivos están actualmente ocupadas, según los datos recogidos por el Departamento de Salud y Servicios Humanos. Más de 50 hospitales no tienen ninguna capacidad de UCI, incluidos los hospitales cercanos a la frontera con Luisiana, que se ha visto muy afectada por la actual ola de infecciones por coronavirus. Austin sólo tiene un puñado de camas de UCI abiertas; nunca ha visto tantos pacientes de UCI con covid-19 como ahora.
Es un momento de crisis, que ha llevado al gobernador de Texas, el republican Greg Abbott, a anunciar varias medidas destinadas a reducir la presión sobre el sistema sanitario del estado. El estado abrirá centros de infusión para ayudar a los pacientes a evitar la necesidad de ser hospitalizados, por ejemplo, y trabajará con agencias de contratación para traer trabajadores sanitarios al estado para ayudar a la escasez de personal.