Se suponía que la vacuna Covid de Johnson & Johnson iba a ser una de las armas más importantes de África contra el coronavirus: una inyección de una sola dosis que era relativamente barata y podía almacenarse en un frigorífico normal.

Pero aunque la empresa está embotellando y envasando las vacunas en Sudáfrica con un socio local, el país no ha recibido casi todo su pedido.

En su lugar, Johnson & Johnson ha exportado al menos 32 millones de dosis desde Sudáfrica, muchas de las cuales fueron a Europa, frustrando las esperanzas de que esas dosis llegaran rápidamente a los africanos.

Sudáfrica sigue esperando recibir la inmensa mayoría de los 31 millones de dosis de vacunas que pidió a Johnson & Johnson. Sólo unos 4 millones de sus ciudadanos, el 7% aproximadamente, han sido vacunados en su totalidad.

Muchos países occidentales se han movilizado para asegurar el acceso a las vacunas contra el coronavirus fabricadas dentro de sus fronteras. Pero Johnson & Johnson insistió en un contrato inusualmente estricto que exigía a Sudáfrica renunciar a su derecho a imponer restricciones a la exportación de las dosis de vacunas.

“Al gobierno no se le dio ninguna opción”, dijo Popo Maja, un portavoz del ministerio de salud sudafricano, en un comunicado. “Firma el contrato o no hay vacuna”.