Cuando te enteras que estás embarazada de ese hijo que tanto has deseado, te llenas de felicidad, emoción y comienzas a planear y alistar todo lo que tu hijo va a necesitar cuando llegue a este mundo.

Sin embargo, aunque tengas muchas ilusiones, también debes de saber que algunas cosas cambian en tu vida, especialmente cuando tu bebé es muy pequeño. Por ejemplo:

BAÑO

Si disfrutabas de baños largos y relajantes, depilarte con calma, hacerte tratamientos para la piel y el cabello, debes olvidarte de eso por un tiempo. Cuando hay un bebé en casa, solo cuentas con algunos minutos para tomar una ducha corta.

A medida que tu hijo crece, empiezas a perder tu privacidad, ya que cuando estás en el baño, te hablará a través de la puerta, te pide que te bañes con él, es decir, que lo que llamamos privacidad, desaparece por un tiempo.

DORMIR

No es cierto esas frases que te dicen recién nace tu bebé como: “duerme mientras puedas”, “duerme mientras duerme tu bebé”.

Debes de saber esto:

El ciclo de sueño de cada bebé es diferente y va cambiando mientras madura, así que, vas a experimentar muchos cambios en el sueño de tu hijo.

Cuando nuestro hijo es pequeño, dormimos mal porque sabemos que nuestro bebé nos necesita y cuando crece también pensamos eso, por lo que el dormir bien se vuelve algo del pasado.

CABELLO

Aunque no ocurre en todas las mujeres, durante la época del postparto el cabello se cae mucho, o por los cambios hormonales se vuelve reseco y no responde a ningún tratamiento; aquí solo queda esperar porque solo se soluciona con el tiempo.