Nueva Zelanda ha decretado un estricto bloqueo de tres días después de que se identificara un único caso de la variante Delta en Auckland, lo que obliga a los residentes a permanecer en casa y a cerrar todas las escuelas, instalaciones públicas y negocios no esenciales.

“Con el Delta haciendo estragos en todo el mundo”, dijo Jacinda Ardern, primera ministra del país, “no era una cuestión de si, sino de cuándo”.

Se cree que es el primer caso en el país de la variante Delta y aún no se sabe cómo contrajo el virus el individuo que dio positivo por primera vez. En la mañana del miércoles se habían identificado otros cuatro casos relacionados con la infección inicial, entre ellos el de una enfermera del mayor hospital del país, que estaba totalmente vacunada.

El estatus “Covid-cero” del país había permitido a los neozelandeses vivir casi sin restricciones durante el último año. Pero sólo el 17% de la población está totalmente vacunada, lo que hace al país especialmente vulnerable.