Heredas de tu madre no solo las cosas favorables sino también las que no te gustan mucho de ella. Aquí te contamos un poco al respecto:
Aunque tengas predisposición a heredar algunos “defectos” de ella, puedes empezar a establecer hábitos que ayuden a “alterar” o “disminuir” la herencia genética de tu mamá.
LA PIEL
Si tu mamá tiene arrugas prematuras muy marcadas, seguramente también las tendrás; lo mismo aplica para el acné, las ojeras, la piel grasa, seca, etc.
Pero, si tu madre tiene una piel hermosa, estás de suerte, porque heredarás todas las características de su piel.
Sea cual sea tu herencia en este aspecto, no debes descuidar tu piel y proporcionarle los tratamientos necesarios para que se vea de la mejor forma posible.
SILUETA CORPORAL
Los lugares donde tu madre acumula grasa, por ejemplo, el abdomen o los muslos, son características que se definen a raíz de la carga genética que heredas de ella.
Si tu mamá tiende a la obesidad, o a tener “barriga”, debes hacer un gran esfuerzo para evitarlo, haciendo ejercicio físico y cuidando tu alimentación.
ESTAR EN FORMA
Si la condición física de tu madre es buena, eres afortunada, ya que la resistencia, la elasticidad y la flexibilidad se heredan.
FERTILIDAD
Puedes heredar la fertilidad de tu madre. Estudios sugieren que al conocer la edad en que tu madre tuvo la menopausia, te puede indicar el tiempo de fertilidad que te queda.