Al menos 22 personas murieron y 20 seguían desaparecidas el lunes después de que unos aguaceros sin precedentes provocaran inundaciones en algunas zonas de Tennessee.

Las zonas más afectadas vieron el doble de lluvia que la zona de Middle Tennessee en el anterior peor escenario de inundaciones, dijeron los meteorólogos.

El gobernador Bill Lee y los senadores estadounidenses Marsha Blackburn y Bill Hagerty inspeccionaron los daños el domingo. “Dios mío”, dijo Lee en un viaje en coche al ver las casas arrancadas de sus cimientos y trasladadas a los patios de los vecinos.

Entre las víctimas mortales se encontraban dos bebés gemelos que fueron arrancados de los brazos de su padre, según los familiares supervivientes.