Cuando convivimos por largos periodos en entornos cerrados o con mala ventilación, y además se congregan muchas personas, se favorece el contagio de enfermedades en caso de que alguien esté enfermo o sea un portador asintomático.
Ventilar nuestra casa es muy importante, ya que nos ayuda a prevenir el contagio de los virus, por higiene y por prevención de olores. El aire limpio y renovado favorece el sueño de los niños.
¿Cuál es el mejor momento para ventilar nuestro hogar?
Esto depende del clima y de la estación del lugar donde vivimos:
• En invierno se recomienda hacerlo al mediodía.
• En verano, lo mejor sería por la tarde-noche.
• En primavera hay que ser más cuidadosos cuando conviven personas alérgicas al polen. En ese caso, lo mejor es ventilar la vivienda a primera y última hora de la mañana que es cuando hay menor concentración de polen.
También es conveniente ventilar el dormitorio todas las mañanas después de levantarnos.
La cocina después de cocinar o comer.
Los baños después de ducharnos y en caso de que no haya ventana de ventilación, se debe dejar la puerta abierta.
Después de una reunión de personas, debe airearse la estancia durante largo tiempo.
De 5 a 10 minutos es el tiempo recomendado para ventilar una habitación; sin embargo, si el clima lo permite, se deben dejar las ventanas abiertas el mayor tiempo posible.