La media diaria de pacientes hospitalizados por Covid-19 en Estados Unidos supera ya los 100,000. Esa media, calculada en los últimos siete días, es más alta que en cualquier oleada anterior, excepto la del invierno pasado, antes de que la mayoría de los estadounidenses pudieran vacunarse.

La afluencia de pacientes está poniendo a prueba a los hospitales y empujando a los trabajadores sanitarios al límite, ya que las muertes han aumentado a una media de más de 1,000 al día por primera vez desde marzo.

Las hospitalizaciones en todo el país han aumentado en casi un 500% en los últimos dos meses, especialmente en los estados del sur, donde las camas de la UCI se están llenando, una crisis alimentada por algunas de las tasas de vacunación más bajas del país y la oposición política generalizada a las medidas de salud pública como la exigencia de mascarilla.

En Florida hay 16,457 personas hospitalizadas, la mayor cantidad de todos los estados, seguido de Texas, según datos del Departamento de Salud y Servicios Humanos de EE.UU.

Con la oleada que azota a la nación y abruma a los hospitales, la escasez de enfermeras de cabecera ha complicado los esfuerzos para tratar a los pacientes hospitalizados por el coronavirus, lo que ha provocado mayores tiempos de espera en las salas de emergencia y una atención apresurada o inadecuada.