El fallo se produjo tras las maniobras políticas y legales de la administración para mantener la protección de los inquilinos. Esto pone a cientos de miles de personas en riesgo de ser desalojadas de sus hogares.
El Tribunal Supremo rechazó el jueves la última moratoria de desahucios del gobierno de Biden, poniendo fin a una disputa política y jurídica durante una crisis de salud pública en la que las cambiantes posiciones del gobierno le habían sometido a las críticas de adversarios y aliados por igual.
El tribunal emitió una opinión mayoritaria de ocho páginas, una medida inusual en una resolución sobre una solicitud de ayuda de emergencia, en la que son más habituales las órdenes escuetas. Los tres jueces liberales del tribunal disintieron.
La decisión pone a cientos de miles de inquilinos en riesgo de perder su vivienda, mientras la administración se esfuerza por acelerar el flujo de miles de millones de dólares en fondos federales para las personas que están atrasadas en el pago del alquiler debido a la pandemia del coronavirus y sus dificultades económicas asociadas. Sólo unos 5,100 millones de dólares de los 46,500 millones de ayuda se habían desembolsado a finales de julio, según las cifras publicadas el miércoles, ya que los retrasos burocráticos a nivel estatal y local obstaculizaron los pagos.