El proyecto de ley, que endurecerá lo que ya eran algunas de las normas de votación más estrictas del país, representa una importante victoria para los republicanos en su impulso a nivel nacional para revisar las elecciones.

La Asamblea Legislativa de Texas, controlada por los republicanos, aprobó un importante proyecto de ley que revisa las elecciones del estado, superando un paro de seis semanas de los demócratas y consolidando a Texas como uno de los estados más difíciles del país para votar.

Las restricciones al voto fueron una victoria de punta en el impulso nacional de los republicanos para endurecer las reglas de votación y alterar la administración de las elecciones a raíz de las falsas afirmaciones sobre la integridad de la contienda presidencial de 2020. El gobernador Greg Abbott, republicano, se comprometió a firmar la ley.

La legislación apunta en particular al condado de Harris, un creciente bastión demócrata que incluye a Houston y es el tercer condado más poblado del país. La legislación prohíbe los métodos de votación que el condado introdujo el año pasado para facilitar la votación durante la pandemia, incluidos los centros de votación en el coche y la votación de 24 horas, así como los lugares de votación temporales.

También prohíbe a los funcionarios electorales enviar a los votantes solicitudes de voto en ausencia no solicitadas y promover el uso del voto por correo. El proyecto de ley otorga un gran poder a los observadores electorales partidistas, crea nuevas sanciones penales y civiles para los trabajadores electorales y erige nuevas barreras para aquellos que buscan ayudar a los votantes que necesitan asistencia, como por ejemplo con las traducciones.