Cuando la pandemia golpeó, las parejas se encontraron preocupadas por enfermarse, perder ingresos y educar a sus hijos en casa.

Difícilmente es una receta perfecta para el sexo.

El estrés ha sido demasiado para una pareja de Texas de unos 40 años con dos hijos, según una mujer que no quiso que la nombraran debido a la naturaleza sensible de la historia, dado su trabajo de alto perfil en Austin.

“Dejé de hacer ejercicio porque tenía demasiado miedo de la plaga que asolaba la sociedad”, dijo.

“Mientras estaba asustada y sin hacer nada, me tiré de espaldas y no pude moverme durante dos semanas”, dijo la mujer, que ahora trabaja en tecnología de la información desde su casa junto a su marido.

Entonces su marido tuvo un problema de salud que “apagó las brasas que podrían haber sobrevivido a todo nuestro trauma de encierro”.

Covid-19 ha invadido casi todos los aspectos de nuestras vidas. Así que no es sorprendente que se haya infiltrado en nuestros dormitorios para bien o para mal.

Muchas personas están reportando desafíos en sus vidas sexuales y relaciones, de acuerdo con los primeros hallazgos del estudio en curso “Sexo y relaciones en el tiempo de Covid-19” llevado a cabo por el Instituto Kinsey de la Universidad de Indiana, que investiga temas relacionados con el género, la sexualidad y la reproducción.