Después de horas de trabajo, muchos adultos experimentan somnolencia al mediodía y se encuentran con una necesidad desesperada de recargar las pilas. Pero en lugar de tomar una bebida con cafeína, puede ser más efectivo combatir la somnolencia con una siesta.
Una siesta reparadora puede “proporcionar el refresco que necesitas si te cuesta mantenerte alerta o no has dormido bien por la noche”, explica Rebecca Robbins, científica del sueño del Hospital Brigham and Women’s.
Una siesta reparadora “ofrece a la gente la oportunidad de descansar durante un breve periodo de tiempo para aumentar la productividad en el trabajo”, dice, pero las siestas reparadoras sólo son beneficiosas cuando se hacen correctamente.
Los expertos en sueño afirman que las siestas energéticas deben ser rápidas y refrescantes -normalmente entre 20 y 30 minutos- para aumentar el estado de alerta a lo largo del día.
“No hay que dormirse del todo”, dice James Maas, antiguo profesor y catedrático de psicología de la Universidad de Cornell que acuñó el término “siesta energética” hace más de 50 años. “Es una oportunidad para cerrar los ojos, respirar despacio y recargarse”.