Después de que el presidente Biden emitiera un amplio mandato de vacunación con el objetivo de impulsar a los trabajadores estadounidenses a vacunarse contra el coronavirus, las autoridades sanitarias federales publicaron un puñado de estudios que destacan la eficacia de las vacunas para prevenir infecciones, hospitalizaciones y muertes, incluso cuando la variante Delta, altamente contagiosa, ha sido la dominante.

Tres estudios con datos de diferentes regiones de EE.UU. evaluaron el poder de protección de las vacunas. Uno de ellos analizó más de 600,000 casos del virus en 13 estados, que representan aproximadamente una cuarta parte de la población estadounidense, entre abril y julio, y concluyó que las personas que no estaban totalmente vacunadas eran mucho más susceptibles de contraer la infección y morir a causa del virus.

Según el estudio, tenían 4.5 veces más probabilidades de infectarse que los individuos vacunados, 10 veces más probabilidades de ser hospitalizados y 11 veces más probabilidades de morir a causa del coronavirus.

La protección de la vacuna contra la hospitalización y la muerte seguía siendo fuerte incluso cuando la variante Delta era la forma de infección dominante. Pero la eficacia de las vacunas para prevenir la infección se redujo del 91% al 78%, según el estudio.