Algunos países están batiendo récords de infecciones diarias por coronavirus. Otros están aplicando normas de gran alcance para obligar a la vacunación. Pero en Dinamarca se ha reanudado algo parecido a la vida normal.

Después de casi 550 días, el país escandinavo ha levantado las últimas restricciones internas de la época de la pandemia, declarando que el coronavirus ya no es una “amenaza crítica para la sociedad”. Dinamarca parece ser el primer miembro de la Unión Europea que emite una declaración de este tipo, lo que puede proporcionar una visión del futuro de la recuperación del bloque, o servir como historia de advertencia de una nación que se movió demasiado rápido.

Los dirigentes del país han señalado sus elevadas tasas de vacunación -entre las mejores del mundo, con casi el 75% de los residentes totalmente inmunizados- como prueba de que la medida está justificada, aunque no han afirmado que se haya alcanzado la inmunidad colectiva, pero también tienen uno de los niveles más bajos de Europa en nuevas infecciones.