Los desiertos son lugares misteriosos llenos de arena y de los cuales conocemos muy poco.
Por ejemplo, en el desierto hace muchísimo calor en el día y por la noche es muy frio. ¿Por qué ocurre esto?
Pensaríamos que los desiertos se comportan como en nuestra estación de verano, en la cual hace mucho calor durante el día y la noche; pero no es así. Aquí te lo explicamos:
Los desiertos (cubren el 35 % de nuestro planeta) se calientan mucho durante el día y después se enfrían en la noche, por la combinación de dos factores:
La arena no retiene bien el calor: cuando la luz del sol golpea la arena del desierto, los granos de la capa superior absorben y liberan calor al aire. Así, durante el día, la radiación de la arena de la energía del sol sobrecalienta el aire y hace que la temperatura suba. Pero, en la noche, la mayor parte del calor de la arena se irradia rápidamente al aire y no hay luz solar para recalentarlo, dejando la arena más fría que antes.
Podríamos pensar entonces, por que no ocurre lo mismo con la arena de una playa tropical. Lo que pasa es que el cambio tan drástico en la temperatura del desierto es que el aire de este es extremadamente seco.
En resumen, la falta de humedad en los desiertos, hace que estos lugares se calienten rápidamente, pero también se enfríen rápidamente.