El Senado asestó el domingo un duro revés al plan de los demócratas de utilizar su proyecto de ley de política social de 3.5 billones de dólares para crear una vía de acceso a la ciudadanía para unos 8 millones de inmigrantes indocumentados.
Elizabeth MacDonough, la parlamentaria del Senado, que actúa como árbitro de las normas de la cámara, escribió que “los cambios políticos de esta propuesta superan con creces el impacto presupuestario que se le ha atribuido y no es apropiada para su inclusión en la reconciliación”.
Los demócratas habían estado tratando de conceder un estatus legal a las personas indocumentadas traídas a Estados Unidos como niños, conocidos como Dreamers; los inmigrantes a los que se les concedió el Estatus de Protección Temporal por razones humanitarias; cerca de un millón de trabajadores agrícolas; y millones más que son considerados “trabajadores esenciales.”
Los defensores de la inmigración habían impulsado el plan como su mejor oportunidad en este Congreso para mejorar la vida de millones de inmigrantes, después de que los intentos de llegar a un acuerdo bipartidista con los republicanos fracasaran.