Como parte de su desarrollo los niños deben explorar lo que les rodea, ver que pasa si hace algo o intentar conocer el funcionamiento de los objetos. Esto es normal, pero esas travesuras y comportamientos pueden traer grandes peligros para los niños si no tienen la debida supervisión de un adulto responsable.
Alrededor de los dos años de edad, los niños van siendo más conscientes y les gusta poner a prueba los límites establecidos por sus padres. Así que, pueden hacer cosas que le han prohibido como hablar con desconocidos o jugar con cuchillos; otras veces, hacen travesuras para mostrar su enfado o simplemente por aburrimiento.
También, continúan haciendo travesuras para llamar la atención de sus padres, se vuelven impredecibles y sus padres no tienen más remedio que no despegarles el ojo.
GUÍA PARA PADRES
Los expertos Harri Ifergan y Rica Etienne elaboraron una guía para padres con hijos entre los 0 u 6 años. En esta hacen énfasis en que se debe fijar un marco de principios, prohibiciones y límites para que el niño se sienta cómodo y libre.
Al respecto dicen: «Los padres que saben decir ‘Ya basta’ son mucho más eficaces y dan más seguridad que los que temen hacer uso de su autoridad, o los que cambian sin cesar sus principios educativos».
Si no fijaron los límites desde el principio y se quiere empezar a implementarlos, se debe informar a los hijos que estamos al límite de nuestra paciencia y que de ese punto en adelante no se tolerarán desbordamientos.
A los niños les da seguridad sentir que tienen establecidos unos límites por parte de sus padres.
Si un niño hace travesuras por simple aburrimiento y excesivo tiempo de ocio, es mejor dirigir su tiempo libre y es conveniente inscribirlos en actividades extracurriculares.
Según Rocio Ramos-Paul, conocida como Supernanny, a los niños hay que dejarlos hacer algunas travesuras porque se vuelven más amistosos y creativos, y es conveniente hasta que alcancen su madurez, pero sin sobrepasarse ya que un niño sin límites ni control sobre sus comportamientos, puede convertir sus travesuras en delitos.