Los niños nacidos el año pasado experimentarán de media siete veces más olas de calor a lo largo de su vida que sus abuelos si el calentamiento global continúa al ritmo actual, según una investigación publicada por Save the Children en la revista Science.
El estudio, realizado en colaboración con un equipo internacional de científicos del clima dirigido por la Vrije Universiteit Brussel, muestra que los recién nacidos de todo el mundo experimentarán de media 2.6 veces más sequías, 2.8 veces más inundaciones, casi tres veces más pérdidas de cosechas y el doble de incendios forestales que los nacidos hace 60 años.
Los expertos advierten que algunos niños podrían verse afectados por varias de estas catástrofes al mismo tiempo o en rápida sucesión, lo que agravaría la devastación.
Según el informe, los niños que viven en países de ingresos bajos y medios y en comunidades desfavorecidas serán los más afectados, ya que corren un mayor riesgo de desnutrición y enfermedades transmitidas por el agua.
En Afganistán, por ejemplo, los recién nacidos podrían tener hasta 18 veces más probabilidades de verse afectados por las olas de calor que sus abuelos, mientras que en Malí podrían tener 10 veces más probabilidades de sufrir pérdidas de cosechas, una “realidad aterradora” para estas y las futuras generaciones, dijo Inger Ashing, directora de Save the Children International, en un comunicado.
“Sin una acción urgente, dejaremos a nuestros hijos con un futuro mortal”, advierte Ashing, que está convencido de que “la crisis climática es una crisis de los derechos de los niños”, por lo que es necesario “escuchar a los niños y actuar”.