El higo es un fruto obtenido de la higuera (Ficus carica). Existen diferentes especies de higos entre comestibles y no comestibles.
Podría provenir de Asia occidental, pero posteriormente se distribuyó por todo el Mediterráneo. Se sabe que el ser humano ya lo conocía y recolectaba antes del año 9000 a. C
Las especies comestibles son ricas en vitaminas y minerales que además de tener un índice glucémico bajo ayudan a controlar la diabetes. Además, son muy digestivas porque contienen una sustancia llamada cradina, que es un fermento digestivo y alto contenido en fibra que mejora el tránsito intestinal; por ello, también es utilizado como laxante.
Otras propiedades de los higos son sus ácidos orgánicos como el ácido cítrico, málico y acético; sales como potasio, magnesio y calcio, y vitaminas A, B1, B2, B3 y C.
Contiene un 80% de agua y altos contenidos en hidratos de carbono como la sacarosa, fructosa y glucosa. Los frutos no maduros resultan tóxicos para el estómago.
Beneficios
- Tienen poca grasa, por lo que son ideales para adelgazar o para personas con problemas cardiovasculares.
- Se digieren con facilidad, lo que contribuye a absorber sus azúcares naturales, agua y fibra.
- Contribuyen a mejorar la salud visual de los ancianos.
- Contienen polifenoles, con efectos antioxidantes.
- Tienen antocianinas que contribuyen a prevenir el cáncer, además de ser antiinflamatorio.
- El alto contenido de potasio de los higos mejora el funcionamiento intracelular.
- El calcio que aportan los higos ayuda a cuidar la salud muscular y esquelética. Es decir, previenen enfermedades como la osteoporosis, mantener la densidad de los huesos y salud de los dientes.