El domingo, los platos de desayuno de los estadounidenses eran más caros que en cualquier otro momento de los últimos 40 años, en el marco de una crisis mundial que ha visto cómo la vulnerabilidad de la cadena de suministro chocaba con los efectos de la pandemia.

El sector porcino estadounidense ya tenía bastantes problemas, como la consolidación de la industria y las enfermedades periódicas como la gripe porcina africana. Pero Covid-19 trajo otros problemas: Las infecciones cerraron las plantas, lo que supuso la eutanasia de millones de animales sin ser procesados, lo que provocó problemas de suministro. Los costos de los alimentos, el transporte y la mano de obra también están aumentando a medida que la inflación y la subida de los precios de la energía afectan a la economía.

No se trata sólo de la industria porcina. Los bloqueos de la cadena de suministro están afectando a las industrias de semiconductores y del automóvil, así como a otros sectores alimentarios, y es probable que los juguetes escaseen esta Navidad. Hay escasez de bicicletas en EE.UU., y un enorme atasco de barcos que esperan para descargar en la Costa Oeste. No hay suficientes conductores, trenes o almacenes libres para trasladar cantidades masivas de mercancías. Esto tiene un efecto en cadena: Los buques que permanecen parados fuera del puerto durante días aumentan el costo del transporte marítimo y provocan enormes retrasos en el otro extremo de la cadena de suministro en Asia. Cuanto más tiempo pase, peor será la situación.

Estados Unidos no es el único país que sufre esta situación. Los aumentos de costos, los problemas de entrega y la escasez de materias primas están afectando a la recuperación económica de la UE. Y problemas similares en el Reino Unido se están agravando con el Brexit y la pérdida de camioneros europeos que solían conducir los camiones británicos. El primer ministro Boris Johnson, podría tener un precio político que pagar si no hay suficientes pavos para los platos británicos el 25 de diciembre.

Y en EE.UU., la subida de precios, el aumento en las facturas de energía y la escasez de artículos también podrían perjudicar a Biden, que apuesta por una economía en auge y una fuerte confianza del consumidor para levantar a los demócratas en las difíciles elecciones de mitad del próximo año.