En el mundo hay personas egoístas en sus relaciones amorosas que no aportan nada, pero tampoco dejan que te vayas. ¿Por qué? Simplemente consideran a su pareja como una posesión personal.
Este tipo de relaciones existen y perduran en el tiempo. Aquí te mostramos algunas características de una persona codependiente controladora y la de un compasivo:
El codependiente controlador considera el compromiso como una adicción. Como no confía en sí mismo, tiende a dominar a la pareja.
El codependiente controlador también siente mucha ansiedad que le hace sentir desconfianza de su pareja y otras emociones negativas.
La personalidad compasiva es aquella donde el individuo, a pesar de ser consciente de la dependencia de la pareja, es incapaz de dejarlo y sigue atendiéndolo y priorizando las necesidades del otro por encima de las propias.
La dependencia y la necesidad de control crean un desequilibrio en la pareja.